La subasta inversa: cuando los proveedores compiten por tu negocio
El modelo de subasta tradicional ha evolucionado en múltiples formas: arte, propiedades, etc., pero siempre bajo una misma lógica: los compradores compiten. Por ejemplo, hoy en día, si uno no paga su crédito hipotecario, su inmueble puede ser subastado judicialmente, donde se ejecuta la hipoteca.
Si bien el beneficio más evidente de una subasta es generar competencia real entre los interesados –maximizando el valor o consiguiendo mejores condiciones–, también permite estructurar un proceso más transparente y eficiente, que capta la atención y el compromiso de los participantes.
Ahora bien, ¿qué sucede si invertimos la lógica? Es decir, si en lugar de que los compradores compitan, son los proveedores o financiadores quienes deben presentar su mejor oferta para ganar una operación. Ahí nace el modelo de subasta inversa: un proceso donde es el comprador quien expone su necesidad, y distintos proveedores compiten entre ellos para ganar la operación. Este modelo, cada vez más usado en compras corporativas, licitaciones y servicios financieros, traslada el poder de negociación hacia quien busca adquirir un producto, servicio o financiamiento, profesionalizando el proceso y logrando mejores resultados.
Aplicar una subasta inversa en el mundo de los productos financieros presenta desafíos particulares. A diferencia de una compra tradicional, donde el precio es el único factor, en el financiamiento entran en juego múltiples variables: tasa de interés, comisiones, plazos, garantías exigidas, perfil de riesgo y más. Por eso, en Havo Finance trabajamos en un modelo que replica la lógica de la subasta inversa, pero adaptándola al estilo estructurado de un RFP (Request for Proposal) o un tender (licitación), dependiendo del tipo de operación. Así logramos una comparación más profesional, justa y completa, permitiendo a las empresas tomar decisiones con mayor información y claridad.
Lo que permite innovar en este tipo de procesos –como en muchas otras industrias– es la tecnología. Gracias a herramientas digitales, hoy es posible estructurar procesos complejos como una subasta inversa de forma ágil, transparente y escalable. La tecnología no solo reduce costos y tiempos, sino que también abre la puerta a que más empresas –sin importar su tamaño– accedan a modelos de negociación que antes estaban reservados para grandes corporativos. En Havo Finance creemos que digitalizar y profesionalizar el acceso al financiamiento no es solo una mejora operativa con mayor transparencia, sino una verdadera oportunidad para que las empresas se enfoquen en lo más importante: hacer crecer su negocio.